En las agencias de Comunicaciones Corporativas, existe la costumbre de expresar los resultados de la gestión de un Plan de Comunicaciones sólo de forma cuantitativa (el famoso Ad Value), a fin de demostrarle al cliente cuánto se ahorró por medio de la gestión del relacionista público o, como se le denomina actualmente, PR 2.0, debido al boom que han tenido las redes sociales en el mundo de las Comunicaciones.
Sin embargo, una cifra en dólares o bolívares no nos puede decir con total veracidad si una gestión de Comunicaciones o Relaciones Públicas fue fructífera, debido a un importante factor: las opiniones que arrojaron los periodistas o públicos en ese artículo, nota de prensa, programa de tv, radio o comentario de página web sobre nuestro cliente.
Existen muchos informes que expresan un importante retorno de la inversión, pero si aplicamos un análisis de contenido básico nos daremos cuenta de que el Ad Value pierde importancia al ver artículos que hasta hablan mal de un determinado producto o evento social realizado por una empresa.
Por esta razón, nuestros informes también deben ser cualitativos, en los cuales existan parámetros como: tipo de opinión del periodista, presencia de imagen, clase de tamaño de la publicación, tipo de cuadrante en que salió el artículo y varias clasificaciones más que nos pueden ayudar a analizar si nuestro comunicado fue visto por varias personas, si generó una opinión pública positiva y si tuvo comentarios por parte del target de nuestro cliente.
Un ejemplo de esto, se puede medir en la apertura de las nuevas líneas del Metro de Caracas, la cual tuvo una importante publicación en medios pero muy poca receptividad por parte de los ciudadanos, debido a la que la noticia de ese fin de semana era la devaluación de la moneda.
Este simple hecho nos hace pensar que el Ad Value carece de potencial para medir el 100% de efectividad de un Plan de Comunicaciones.
Dulce Pérez Colmenárez
Comunicadora Organizacional y Estratégica
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