lunes, 19 de julio de 2010

+ sobre Marketing Irracional





Y seguimos hablando de Marketing Irracional porque definitivamente es un tema que nos apasiona.

Cuando descubrimos más de ese tópico, concluimos que ha tenido mucho éxito en el mundo del mercadeo ya que todos somos seres irracionales, además la inclusión de las redes sociales está cambiando el concepto de los medios tradicionales y hasta de los comerciales.

Por ejemplo, con relación a este último punto, se sabe que en 1965, el 34% de las personas recordaba el último comercial que había visto, pero en 1990 esta cifra se redujo a un 8% y en 2007 se vuelve casi nula al alcanzar un 2,25%.

Sin embargo, muchas personas recuerdan cuál fue el último video que vieron en youtube o lo más interesante que leyó en su twitter o vio en su facebook.

Esto ocurre porque las redes sociales vinieron no sólo para darnos información, sino también para entretenernos, compartir, descubrir, generarnos alegrías, tristeza, amor, pasión...

De acuerdo con los expertos, una marca convencional se desarrolla con información, reconocimiento por parte del público, virtudes de calidad, descripción de sus cualidades y gente que alardea de su profesionalismo.

En cambio, las lovemarks (producto del marketing irracional) se generan con el desarrollo de vínculos, con una historia, con un toque sensual, con una llama pasional, con algo que despierte y apele a los sentidos, a las emociones y a la creatividad. Además, cuenta con un personal que desea que su marca sea más humana.

El marketing irracional genera interactividad, razón de ser de las comunicaciones del siglo XXI, además apuesta a generar una atracción, a despertar un "me gusta", a jugar con una imagen llamativa, a descubrir un aroma, un sabor o una textura.

Se atreven a vender a través de un sueño, de un anhelo, de una historia cargada de emoción.
Es en definitiva el marketing de hoy, el mismo que se produce, por ejemplo, todos los días en las famosas redes sociales, que cada día nos impactan por la creatividad que nos dejan experimentar.

Dulce Pérez Colmenárez
Comunicadora Organizacional y Estratégica